RESEÑA HISTÓRICA
El Colegio de Educación Infantil y Primaria ANTONIA GONZÁLEZ se halla anclado reciamente en los aledaños de la Vega. Es un edificio de dos plantas, de una belleza extraordinaria por su moderna arquitectura regionalista. Se edificó durante la dictadura de Primo de Rivera, en los años 1924 - 1927, fecha esta última en que fue inaugurado. (VER DOCUMENTACIÓN)
Está ubicado a la manera de como nos enseñan nuestros pedagogos modernos: el último edificio del pueblo y el primero del campo. En sus aulas aún resuena el eco de voces infantiles, de alumnos que antes fueron y que ahora, desde el sosiego de su madurez, relatan a sus hijos las anécdotas de su época de estudiantes: travesuras y bromas, la canción de la “tabla”, los ríos y las montañas, los guarismos en la pizarra, la estufa que echa humo, la lección de cada día, “con flores a María”... También va quedando el recuerdo de todos los “maestros” que, con esfuerzo y entrega, han ido ayudando a sus “alumnos” a caminar por el difícil sendero del aprendizaje. Cada uno con su estilo, con sus materias y su “librillo”. Todos haciendo surco en las aulas, mientras explican la lección, no olvidando a “los del último banco” que, aprovechaban cualquier descuido para hacer que el papel de sus “aviones” llegara a su destino: la papelera. Unos y otros han ido dejando entre sus paredes gran parte de sus días: ilusiones, nervios, inquietudes y desvelos.
Nuestro Colegio va asistiendo, con la serenidad de un veterano, a los cambios que, año tras año, la educación está experimentado: del mapa mural hemos pasado al mapa de “bits”; de las “batallas” del maestro, al video histórico; de los partidos de barro, al deporte en pista, del pupitre, al puesto de ordenador... También él ha sufrido grandes transformaciones y reformas -tanto externas como internas- , hasta llegar a su estado actual. Pero, aunque vayan surgiendo nuevas herramientas, inéditos materiales e innovadores métodos; la educación sólo se mantendrá fiel a su finalidad pedagógica si continúa basándose en sus dos pilares fundamentales: los ALUMNOS que, con voluntad, dedicación y entusiasmo, se esfuerzan día a día en poner los “cimientos” de su futuro; y los MAESTROS que, con verdadera vocación y entrega, ponen todo su empeño en ayudarles a conseguirlo.